Un Resumen de Scientology para Científicos
por L. Ronald Hubbard
(continuación)

Casi diecinueve años después del Primer Libro, descubrí quiénes me atacaban y por qué.

Aunque pudo haberlos motivado y financiado una iglesia o el estado, no fue así.

El secreto oculto de los ataques de diecinueve años eran los Fondos para Investigación.

En mi época no habían estado disponibles. Pero después de la guerra, los grupos de psicólogos y psiquiatras organizaron, en 1948, una actividad para fondos destinados a la investigación a través de organizaciones internacionales. Los gobiernos les aportaron una cantidad de dinero increíble aunque obtenían unos resultados con su experimentación humana increíblemente insignificantes e incluso ilegales o deshonestos.

Mi obra, como está constituida hoy, se consideró (no sé cómo) una amenaza a esa asignación de fondos. También se le consideró una amenaza a los ingresos de las actividades de la salud. Durante años, supuse que esto último predominaba. Pero eso no es verdad. He visto las subvenciones y las listas de aquellos a quienes les fueron asignados los fondos.

No había nada de malo en asignar fondos para la investigación. Pero asignárselos, como si de una actividad científica se tratara, a hombres que no tenían formación alguna en la metodología científica o en las costumbres establecidas del científico, ha sido un grave error. A diferencia del biólogo, el químico y otros científicos, el psicólogo y el psiquiatra no conocen en absoluto el método científico, sus conocimientos de matemáticas son pocos o nulos, y no comparten ninguna de las disciplinas básicas que mantienen unidos a los científicos. Están formados en temas autoritarios y su enfoque es enteramente autoritario.

Los fondos no se usan para investigación real; simplemente los usan para pagarles a sus amigos. Poseo los documentos que demuestran esto.

Las humanidades no han avanzado al mismo ritmo que las ciencias físicas porque no había verdaderos científicos en las humanidades”.

Durante diecinueve años, este río multimillonario de dólares en todo el mundo se ha utilizado para atacar a cualquier investigador independiente y para impulsar los planes más dementes de control político que yo haya visto jamás. No haría tal declaración sin tener en mis manos documentos que me han enviado médicos a quienes tampoco les gustan estos tipos.

Por lo tanto, concluyo que es un grave error financiar a personas sin formación y sin habilidades con fondos ilimitados para la investigación, que pueden en sí convertirse en un campo pequeño individualizado, ferozmente autodefensivo y que es muy peligroso tener cerca.

Las humanidades no han avanzado al mismo ritmo que las ciencias físicas porque no había verdaderos científicos en las humanidades. Faltaban las reglas básicas y las costumbres establecidas de los científicos físicos.

Sin embargo, todo el orden social, depende para su progreso, de que las humanidades recuperen el tiempo que han perdido. Pero el entorno en que se está teniendo que llevar a cabo la investigación no ha cambiado mucho desde los tiempos de Hegel.

He estado trabajando con seriedad y de manera productiva en este campo, se me han negado todos los fondos y he combatido una oposición financiada en exceso.

La sociedad en general no se opone al avance en este campo. Las iglesias no se oponen. Pero los gobiernos, incitados por la “autoridad” incompetente, han atacado todo avance alcanzado por investigadores que trabajaban con seriedad.

Pocos tienen el valor o el vigor para enfrentarse a tal oposición y aun así continuar con su trabajo.

La campaña para desacreditar cualquier trabajo de ese tipo también desacredita su posibilidad y aleja a los verdaderos científicos.

Cuento entre mis experiencias el haber visto cómo el doctor en medicina Wilhelm Reich, que estaba investigando pequeñas energías en la mente, fue asesinado por la FDA de Estados Unidos a instancias de ciertos intereses creados con fondos excesivos. He visto cómo otros han sido atacados maliciosamente por tratar de fomentar el conocimiento de las humanidades.

No estoy solicitando fondos para investigación y no los he necesitado durante cierto tiempo.

He logrado un avance importante en este campo. Requirió treinta y ocho años de trabajo arduo. Tiene éxito. Se le puede someter a las pruebas y controles científicos habituales. Personas competentes lo han puesto a prueba una y otra vez. Hay cincuenta y cinco axiomas, hay un cuerpo considerable de datos y registros de aplicación, se han reunido más de dieciséis millones de palabras en información.

En ocasiones se me acusa de retener la información. Ahí está, para el uso del público y de los profesionales. Pero cuando se ofreció a Estados Unidos para aumentar el coeficiente intelectual de los científicos y reducir a la mitad el tiempo de reacción de los pilotos, nuestra oficina en Washington fue objeto de una redada llevada a cabo por cargadores a punta de pistola haciéndose pasar por agentes federales, que decomisaron un medidor de resistencia eléctrica que usamos, además de libros.

Se me ha obligado a usar los medios más inusuales para impulsar la investigación.

Este es un breve historial de la razón de que no haya existido ninguna investigación realmente científica en el campo de las humanidades. Un científico en el campo de las ciencias físicas no daría crédito al caos, la incompetencia, la deshonestidad y la oposición que hay en estos temas.